Polémica entre pescadores de atún
Embarcaciones extranjeras podrán abastecer la industria nacional en general
La venta de licencias para la pesca de atún a pescadores extranjeros es un grave perjuicio para los nacionales, cuyas embarcaciones son pequeñas y medianas y no cuentan con redes de cerco.
El sector pesquero nacional solicitó al Incopesca retomar su norte, respetar el ordenamiento jurídico y cumplir sus atribuciones al impedir a embarcaciones cerqueras abastecer también a la industria del atún congelado y fresco
Los foráneos vienen a pescar en la zona económica exclusiva de Costa Rica enteramente en embarcaciones cerqueras. Su capacidad de captura de atún en un solo lance se equipara, o incluso supera, la captura total de toda la flota nacional en un año.
El Incopesca se debe al desarrollo de la flota nacional y a la protección de los recursos pesqueros. Al fundarse se crearon disposiciones para fomentar la pesca de embarcaciones cerqueras en aguas costarricenses, pero únicamente como una forma de abastecer a las enlatadoras costarricenses, fuente importantísima de empleo en Puntarenas y debemos de garantizar su abastecimiento.
Las licencias a embarcaciones extranjeras históricamente se han otorgado bajo la exclusiva razón de abastecer a la industria enlatadora, mientras que la flota nacional ha provisto a los mercados de atún fresco y atún congelado.
El año pasado el Incopesca aprobó un acuerdo para permitir a las embarcaciones cerqueras abastecer también a la industria del atún congelado y fresco, lo cual, aunado a su capacidad de captura infinitamente más alta en comparación con los nacionales y la posibilidad de vender su producto a un precio bastante más bajo, implica que la flota nacional sería, eventualmente, expulsada del mercado por su incapacidad de competir con la ahora descarga de productos frescos de los foráneos.
Fuera del país.
De las 25.000 toneladas extraídas al año, aproximadamente 8.000 toneladas son utilizadas por las enlatadoras nacionales; sin contar las 1.500 toneladas capturadas por la flota nacional, el resto es sacado del país por los barcos extranjeros y Costa Rica no obtiene ningún beneficio.
Aun con la ventaja apuntada anteriormente, el Incopesca pretende darles paso libre para desplazar a los nacionales de su mercado principal. El Instituto ha perdido su norte: fue creado para permitir el desarrollo de la flota pesquera nacional, y, paradójicamente, está tomando medidas que amenazan la sostenibilidad del sector para beneficiar a muy pocos y en detrimento de los recursos naturales del país.
La Ley General de la Administración Pública dispone que cuando sean aprobadas disposiciones de carácter general debe conceder un plazo de consulta a los grupos afectados. Es necesario que las discusiones sobre el atún, incluidas las relacionadas con las licencias de las embarcaciones cerqueras, sean puestas en consulta para que los pescadores nacionales y la sociedad civil den su parecer.
Recuperar el norte.
El sector pesquero nacional solicitó al Incopesca retomar su norte, respetar el ordenamiento jurídico y cumplir sus atribuciones al impedir a embarcaciones cerqueras abastecer también a la industria del atún congelado y fresco.
Lo adecuado sería seguir el modelo dispuesto en el artículo 50 de nuestra Constitución Política: un modelo de desarrollo sostenible democrático con una adecuada repartición de la riqueza, y en donde todas las personas que desarrollan las diferentes pesquerías tengan oportunidades de acceder responsablemente a las riquezas naturales del país y vivir en condiciones dignas.